Muchos son hoy los aceites de consumo disponibles en el mercado con los que podemos cocinar, pero si lo que realmente deseas es elevar tus platos a la vez que comer con elementos frescos y saludables, el mejor acompañamiento siempre será el aceite de oliva virgen extra o AOVE.
Varios estudios han probado los beneficios de este aceite frente a otras fuentes de grasa. Su alto contenido en polifenoles y vitaminas hacen que el aceite de oliva virgen extra tenga una gran capacidad antioxidante, previniendo enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, ayudando a personas con Diabetes a controlar sus niveles de glucosa y pacientes con Alzheimer con el deterioro cognitivo.
Pero, además, a nivel culinario el aceite de oliva virgen extra no solo un producto que podamos usar en frío, sino que también, es más resistente a altas temperaturas, puede usarse en más de una fritura y proporcionalmente es menos calórico que otros aceites (al usarse menos debido a su densidad).